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MUERTE PRESUNTA

Katherin Julieth Monsalve Requejo

 

El 16 de septiembre de 2011 un reloj de pulso quedó suspendido en el tiempo. Marcaba las 5:30 de la tarde. En la vereda San José de Lozada una esposa miraba la puerta y esperaba el sonido de la moto de él. Más lejos, en la vereda San Juan Bajo del municipio de Génova, una madre y una hermana continuaban con su rutina, sin saber que sus vidas quedarían ligadas por mucho tiempo a la hora y los sucesos acaecidos ese 16 de septiembre en la vereda El Rubí.

En un salón del Centro Educativo El Rubí, un grupo de más de 20 personas (estudiantes, docentes y padres de familia) se reunió para recibir el regalo de su amigo secreto. Poco antes de las 5:30 de la tarde, Freddy Torres Londoño recibió su obsequio: un reloj de pulso, ¿si quiera se lo puso? Ninguno de los presentes atendió ese detalle. Mientras repartían la torta, 4 hombres irrumpieron en el lugar.

Cuando el programa de la Gobernación llamado Meta Digital propuso instalar una antena satelital, los gobernantes del pueblo dijeron que no, porque eso se utilizaría para inteligencia militar. Su dominio iba más allá: ellos decidían cuándo llegaba la noche: 6:00 de la tarde; de lo contrario no respondían por el bienestar de las personas. Algunas veces se sentaban en los salones de clase para escuchar qué enseñaban los profesores, citaban a reuniones periódicas a los directores, docentes y a la Junta de Acción Comunal.

El uso del celular era restringido, cualquiera era sospechoso de ser sapo, esos eran los que solían aparecer muertos, con un cartel que le anunciaba al pueblo el motivo del asesinato. Solo si tenían suerte los amarraban a un árbol por tres días para investigarlos, para que aprendieran la lección, y luego los soltaban. Los tenderos y los conductores tenían que pagar los impuestos al Estado y a los que realmente mandaban… En La Macarena la ley era esa que se apoda la Ley del Monte.

–Las 4 personas que llegaron, todos de civil, llevaban armas; 3 llevaban armas cortas y 1 llevaba arma larga. De un momento a otro se pararon y amenazaron con las armas a todos los asistentes, levantándose mi esposo, de nombre Freddy Torres Londoño (…). Son integrantes de las FARC, Frente 40 que es el que opera en la región, al mando de alias Salvador (fragmento de la declaración de Jenny Pérez ante la Fiscalía General de la Nación, Villavicencio).

– ¿Quién es el director? Preguntó el que portaba el arma larga.

–Tranquilo que yo soy el director. ¿Qué pasa?, le dijo Freddy.

“Le hicieron un nudo que supuestamente si bajaba las manos se ahorcaba”, comenta Jenny.

Freddy quedó con los codos al nivel de la parte de atrás de su cabeza.

– ¿Por qué se lo llevan?, preguntó una profesora.

–Traiga el celular satelital que él tiene, el computador, la cámara y el celular. Este man se va a morir. Esperen noticias en tres días, le respondió un guerrillero.

La hija de Freddy corrió y se aferró a él. Gritaba que lo soltaran.

–Haga el favor y coja a esa muchachita, dijo el mismo hombre antes de llevárselo.

 

7:00 de la noche. Vereda San José de Lozada, Meta.

Tocaron la puerta de la casa de Jenny. Su hijo abrió. Era un compañero de Freddy.

–Jenny, es que tengo que decirle algo.

– Qué pasó.

–Pero siéntese.

“Y yo era como mirando a la puerta a ver si llegaba Freddy”, agrega Jenny.

–Es que a Freddy se lo llevó la guerrilla.

8:00 de la noche. Vereda El Rubí, Meta.

–Llegué donde estaban todos los profes y como allá no había luz, entonces era como a punta de velas. Fue una imagen que nunca se me va a borrar, parecía un velorio (es la primera vez que el tono plano y suave de la voz de Jenny tiene un ligero énfasis en una frase).

Al día siguiente, a las 6:00 de la mañana, miembros de la Junta de Acción Comunal y Jenny comenzaron la búsqueda.

7: 00 de la mañana. Génova, Quindío. Lunes 19 de septiembre.

–Mari, ¡es que usted no sabe lo que está pasando!

–Pasar de qué.

– ¿Ustedes no saben que a Freddy lo secuestraron? ¿Cómo así que no les han dicho nada? (Conversación telefónica entre Maribel Torres Londoño y un familiar).

Maribel y su mamá, Gladys Londoño, se prepararon para salir de su finca, La Florida. Sonó el teléfono. Jhon Jairo, un amigo de infancia de Freddy que también vivía en el Meta, les contó que Freddy estaba muerto.

–A las cinco de la tarde nos dimos cuenta de que él no estaba muerto, sino que estaba secuestrado y llevaba tres días.

Maribel también dice que gracias a esa noticia viajaron más tranquilas.

Ya en La Macarena se encontraron con Jenny y Jhon Jairo. Fueron a contactarse con alias Salvador. A ellas no las quiso recibir, pero a Jhon Jairo sí. Admitió que el secuestro de Freddy fue una orden suya, que no lo tenía en el momento y lo había entregado al Frente Yarí; agregó: “Pero yo creo que a ese man ya lo pelaron, porque eso lo pedían era para matarlo”. También le mandó un recado a Jenny: “Que se vaya, le va a pasar lo mismo”.

Pasaron dos semanas recorriendo trochas durante cinco, seis horas, preguntando en cada caserío que se atravesaba; fueron a cuanto lugar les dieron una mínima señal de la vida de Freddy. Pocos días después Jenny salió de La Macarena, fue el 5 de octubre de 2011. Jhon Jairo fue amenazado… Maribel y Gladys quedaron sin muchas posibilidades.

No hay datos certeros, no tienen pruebas tangibles. Según el Especial Desaparecidos: duelo eterno, del diario El Tiempo, en Colombia hay 72. 610 personas que “sencillamente se las tragó la tierra”. Pero ¿no era un secuestro? En este punto es donde radica la complejidad del caso: presenta una mutación entre el secuestro y la desaparición forzada; saben quién es el victimario, no piden dinero por su rescate y desconocen su paradero.

 

LA MONTAÑA RUSA

En ocasiones, cuando se refieren a Freddy, Maribel y Gladys confunden los tiempos presente y pasado; a veces Freddy tiene algo, otras veces lo tenía.

–Las llamadas que nos llegan son de terceras personas que han escuchado cosas y de una nos llaman, cuenta Maribel.

–Como nos llegan buenas noticias nos llegan malas, ¿usted se imagina uno qué tranquilidad puede tener así? Pregunta Gladys.

Hace algún tiempo Jenny optó por alejarse de las versiones.

–En un momento la Secretaría de Educación y todo el mundo me decían que él estaba muerto. Y yo lo lloré, fue perdido para mí. Y después me llamaron y me dijeron: está vivo. Juegan mucho con la estabilidad emocional de uno. Preferí alejarme de ese tipo de comentarios.

¿Será mejor vivir sin tener ninguna sospecha sobre su estado actual? ¿O será mejor creer que vive, así al otro día lo mate una nueva llamada?

 

 

LAS VERSIONES 

Después de ese día la vida de Freddy ha sido construida y demolida muchas veces, tantas versiones de su existencia lo hacen un desconocido.

Diciembre de 2011. Límites con el Guaviare.

–Yo me fui en diciembre. Usted no se imagina un 24 y un 31 por allá, toda la gente en esos pueblos parrandiando y uno con un dolor tan grande (cuando lo dice, Gladys parece tener más edad…se le apagan los ojos).

Hace dos años que Gladys y Maribel no van a la zona.

–Uno siente que lo abandonó, añade Gladys.

Un miembro de la Junta de Acción Comunal le dijo a Gladys: “al Profe lo tienen en Cachicamo (Guaviare)”.

Marzo de 2012. Límites con el Guaviare.

Jenny volvió a trabajar como docente con la Diócesis de Granada. Pidió que la enviaran cerca de Guayaberos. Habló con alguien de una ONG. Fue clara:

–Yo quiero saber dónde está Freddy.

– ¿A usted todavía no le han dicho la verdad?

–No, dígame usted.

–Yo voy a consultar si puedo decirle.

Cinco días después Jenny estaba en una lancha de regreso a Granada… Su vida corría peligro una vez más.

Y como si no fuera suficiente que Freddy parezca un fantasma que ronda los límites del Guaviare con el Meta, aparece esta versión:

–Varios nos han dicho, aún nos llegan noticias, que a él lo ven enseñándole a la guerrilla, dice, sin titubear, Maribel.

Antes de finalizar la entrevista Jenny duda por un momento, luego se decide: “Se me olvidaba decirle algo”. Fue en el año 2009. Habla de un sacerdote llamado Guillermo Márquez, de sus amoríos con una profesora de la institución que Freddy dirigía en ese momento. La profesora no cumplió con su trabajo y Freddy pidió que la trasladaran. El sacerdote llevó a Freddy ante la coordinación educativa acusándolo de robo. Freddy dijo lo que sabía de él y la profesora. “Listo, usted se me tiró mi carrera como sacerdote, pero adentro nos vemos”, le sentenció Guillermo cuando salieron de la reunión. Jenny asegura que el sacerdote mantenía una relación cercana con la guerrilla, y hoy en día es militante de la UP.

La última conjetura de la existencia de Freddy es el relato de una guerrillera. No hay nombres propios, hay similitudes: un profesor secuestrado, una familia buscándolo, las amenazas. Según ella, “se les fue la mano con la tortura que le hicieron y no lo entregaron por miedo a la comunidad” (las personas salieron a protestar y realizaron un paro estudiantil), dice Gladys mientras achica los ojos y aprieta los labios.

TEXTO: KATHERIN JULIETH MONSALVE REQUEJO 

Martes, 7 Junio 2016

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MUERTE PRESEUNTA

En Colombia hay tres formas de existir según el Código Civil: La existencia de la persona (vida), el fin de la existencia (muerte) y la presunción de muerte por desaparecimiento (muerte presunta).

La vida o la muerte en términos civiles tienen implicaciones patrimoniales, si la persona está muerta civilmente hablando, existe la posibilidad de disponer de los bienes de esta. Freddy tiene dos herederos presuntos: Alejandra y Santiago; Jenny también. La decisión fue tomada en el año 2013, Jenny inició el proceso en la Defensoría del Pueblo de Villavicencio. Después de pasar de un abogado a otro y otro, de interponer tutelas, ahora tiene una abogada fija.

–Las entidades no van a esperar que uno pruebe que está vivo, por ejemplo, la Secretaría de Educación necesita ese papel para hacer el proceso de liquidación y para que los seguros cubran las deudas. Pero todavía no ha salido, es un proceso bastante lento, explica Jenny.

Gladys y Maribel no están de acuerdo con este proceso. En una de sus declaraciones Gladys dejó ver el motivo: “Yo siempre lo espero a él vivo”.

LA RESPUESTA EN EL PATIO AJENO

Gladys y Maribel dieron su voto a Juan Manuel Santos por un motivo:

–Si se da la paz van a sacar a toda esa gente de por allá, y es donde nosotros nos vamos a dar cuenta de si en realidad mi hermano está vivo o está muerto, que ellos digan dónde lo dejaron.

–De pronto tengo esperanzas en este proceso de paz, creo que van a decir las verdades, admite Galdys.

Y no se trata solamente de una esperanza, las negociaciones entre el Gobierno y FARC tienen que responder la pregunta de esta y otras familias en el país: ¿dónde están? Por eso, el punto 5 de la agenda de negociaciones aborda el tema Víctimas, en este se sientan las bases de la Unidad Especial para la Búsqueda en el contexto y en razón del conflicto, el cual es un componente del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No repetición.

Jenny envió una carta a la Presidencia de la República. El 27 de agosto de 2015 recibió una respuesta: “Esta oficina envió copia de su escrito a los integrantes de la Mesa de Conversaciones en La Habana-Cuba”.

Cuando los estudiantes y profesores hicieron una marcha pidiendo la liberación de Freddy no lograron una respuesta; Pasaron casi cinco años después, negociaciones en otro país, atienden su caso. Un deseo que comparten ellas es recibir una respuesta directa, que las miren a los ojos y que respondan las preguntas que se han hecho desde que el reloj de pulso quedó suspendido: por qué y dónde.

 

– ¿Por qué es tan importante la verdad?

–Porque nosotras al saber la verdad vamos a redimir. Nosotras en este momento no sabemos qué hizo Freddy de grave para que esa gente le hiciera tanto daño, puntualiza Maribel.

–A tener un descanso, complementa Gladys.

­–Nosotros necesitamos un descanso, por lo menos un cuerpo, por lo menos hacerle una despedida. Es muy complicado porque a pesar de que yo traté de rehacer mi vida, estoy tratando de hacer de nuevo un hogar, uno no cierra el ciclo y uno sigue esperando y hay algo que no deja que uno pueda continuar, concluye Jenny.

Según la antropóloga forense Helka Quevedo, “si las familias tuvieran información más pronta y de manera continua, el su frimiento no se quita, pero podría disminuir un poco”.

Cada una afronta la situación de forma distinta: Maribel, esperando la peor noticia y Gladys con la viva esperanza del regreso de Freddy.

La desaparición forzada es una modalidad de violencia que fue tipificada con la Ley 589 de 2000; esto sumado a la confusión con el secuestro, la desaparición forzada y la poca visibilidad que tiene, hacen que sea más difícil de esclarecer el paradero de las víctimas.

Gladys Londoño mientras mira los álbumes familiares, está Freddy en fotos de su niñez, cumpleaños y paseos.

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