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Yeraldín Loaiza Ocampo

EN BUSCA DE LA VIDA ETERNA

El animal debe ser degollado, luego se le extraen todas las vísceras, y se le arrancar toda la piel. El último paso es quemar la carne hasta que se haga cenizas para que el olor llegue a Dios y le agrade.

Al ofrecer un sacrificio, el hombre se despoja de algo valioso, de un alimento necesario para su vida, y lo consagra al señor sobre el fuego del altar. El humo que sube de la ofrenda es un lazo de unión entre el cielo y la tierra. El sacrificio puede ofrecerse como acción de gracias o para implorar al señor algún beneficio.

También hay sacrificios de expiación por el pecado, donde la sangre cumple una función purificadora. Otras veces, solo una parte de la víctima se quema sobre el altar; la otra porción es compartida en un banquete sagrado, estableciéndose así un vínculo de comunicación con la divinidad.

-¿Por qué hacen sacrificios animales?

-“Lo hacemos porque así lo dijo dios, a él le gusta y él nos lo pide. Nosotros debemos obedecer todo lo que esté escrito porque maldito es el hombre que cree al hombre”, revela Jeraldin Bedoya, quien hace 8 años pertenece a la iglesia de la Misión Israelita del Nuevo paco Universal IEMINPU.

Las tablas de la ley se las entregó dios a Moisés en el monte Horeb en el año 1513. Dicho conjunto de normas que promovían la buena vecindad y valores como la bondad, la honradez y la moralidad (Éxodo 23:4, 5; Levítico 19:14; Deuteronomio 15:13-15; 22:10, 22). También estimulaba a los judíos a amarse unos a otros (Levítico 19:18). Además, no debían mezclarse con gentiles que no estaban sujetos a la Ley ni tomar esposas de entre esas personas (Deuteronomio 7:3, 4). Como un “muro” que separara a judíos de gentiles, la Ley mosaica protegió al pueblo de dios de contaminarse con la forma de pensar y las prácticas del paganismo (Efesios 2:14, 15; Juan 18:28). Esta Ley fue aplicada por el pueblo judío (judaísmo), que de acuerdo al Diccionario Universitario Merriam-Webster’s, un “judío” es un miembro de la tribu de Judá, hijos del pueblo de Israel, un Israelita, hasta que sucedió el sacrificio redentor del señor Jesucristo. 

Sin embargo, la iglesia Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo pacto Universal IEMINPU amolda su vida a cada una de las especificaciones de dicha ley; una de sus sedes está ubicada en Montenegro Quindío. A la cual asisten un mínimo de 30 personas entre niños y adultos.

Pero, ¿Quiénes son los Israelitas de la IEMINPU?  “Somos un pueblo escogido por ordenanza de Dios para con nosotros ordenar sus mandamientos”. Esta congregación repite la historia del pueblo de Israel del Antiguo testamento. Muchos de ellos son trabajadores independientes, su vida consiste en levantarse, dirigirse al lugar de trabajo y volver a la casa en la tarde o en la noche. “De nosotros los israelitas es la adopción, el pacto y la promesa, esto quiere decir que dios nos ha adoptado como sus hijos que ama y nos trae a su pueblo para que cumplamos sus mandamientos y para que le obedezcamos.  El culto es para nosotros guardar el sábado, las lunas nuevas, las fiestas y la promesa que hace a éste pueblo es la tierra prometida, la vida eterna y la salvación.” Afirma José Armando Garzón feligrés, Israelita hace 15 años y se dedica a la recolección de banano en Montenegro, Quindío.  

“Oh Señor, no hay nadie como tú. ¡Nunca hemos oído de otro Dios como tú!  ¿Qué otra nación sobre la tierra es como tu pueblo Israel? ¿Qué otra nación, oh Dios, has redimido de la esclavitud para que sea tu pueblo? Te hiciste un gran nombre cuando redimiste a tu pueblo de Egipto. Realizaste imponentes milagros y expulsaste a las naciones que le impidieron el paso.  Elegiste a Israel para ser tu pueblo para siempre y tú, oh Señor, llegaste a ser su Dios”. (1 Crónicas 17:20-22)

Los Israelitas de la IEMINPU siguiendo los mandamientos de la Ley de dios guardan el sábado (Éxodo 31:15).  “Durante este tiempo realizamos estudios bíblicos, cantos de himnos y alabanzas, hacemos la organización de eventos de la iglesia, etc. Todo  ese tiempo lo dedicamos es a dios”. Dice Carlos Jaraba, feligrés y músico de la congregación. Para ellos el día comienza el viernes a las 6 p.m. y termina el sábado a las 6 p.m.

 

La IEMINPU como iglesia fue fundada por revelación a un zapatero peruano, Ezequiel Ataucusi Gamonal. La doctrina de la Iglesia Israelita se ha difundido por varios países como  Ecuador, Chile, Brasil, Venezuela, Estados Unidos y Colombia.

Lo realmente interesante de esta comunidad es su manera anacrónica de vivir a partir de prácticas cotidianas, según reglas y costumbres del pasado, como realizar sacrificios animales, hacer una serie ritos como el bautizo en el río, la santa cena y la expiación. 

 

Han creado su propio microcosmos, una manera singular de vestir con túnicas, velos, cintos y pañetes; también llevan su cabello y barba larga (Levíticos: 19: 27 – números 6:5). “Algunos hermanos se ponen las túnicas solo para venir a la iglesia, o para salir a predicar los domingos, otros como yo, la portamos todos los días, no usamos otra ropa que no sea esta” dice Nicol Giraldo de 20 años, casada y con un hijo, perteneciente a la iglesia hace 15 años.

Tienen su propia visión de los fenómenos naturales que para ellos no es más que el juicio final. “Todo lo que está pasando hoy día, como el calentamiento y la sequedad de las aguas, ya estaba escrito por dios, él ya lo sabía y nosotros “los Israelitas” somos los encargados de enseñar y predicar su palabra para así prevenir los sufrimientos que este juicio traerá”. Cuenta María Garzón pastora de la congregación IEMINPU.

Jesús promete el Espíritu Santo. “La función del Espíritu Santo en esta congregación es la reedificación de este pueblo, como un medio para guardar los 10 mandamientos y como sello del pacto”. Dice Gustavo Estrada, un hombre que se dedica a las labores el campo y que es  feligrés de la iglesia.

“Si me aman, obedezcan mis mandamientos.  Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre.  Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce; pero ustedes sí lo conocen, porque ahora él vive con ustedes y después estará en ustedes. No los abandonaré como a huérfanos; vendré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán. Dado que yo vivo, ustedes también vivirán. Cuando yo vuelva a la vida, ustedes sabrán que estoy en mi Padre y que ustedes están en mí, y yo, en ustedes. Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman. Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos". (Juan 14:15-21)

 

Son las 9 de la mañana del día domingo, por la “Calle real” en Montenegro Quindío, las personas van de un lado a otro, en la esquina hay una mujer de blusa roja, con un bolso de mano, esperando el bus, casualmente el color rojo de su blusa coincide con los zapatos de un joven que va cruzando la calle en una patineta, mientras una joven habla por celular y lleva un pequeño niño en los brazos.

En el mismo momento y lugar, un grupo de hombres y mujeres predican por las calles los tiempos del fin. Van vestidos como cristo, los hombres con túnica y manto, las mujeres con túnica y velo,  parecen reproducciones vivas de la antigua Israel. Debajo de  su brazo  llevan la biblia, una católica o una profética, algunos folletos en los que están los mandamientos y también  los juicios de dios como el  calor del sol, la sequía, las lluvias torrenciales y las hambrunas. Ellos llaman la atención entre las personas, son representantes de un dios, cristos que se pierden entre la multitud con sus trajes de colores, todo con el fin de alcanzar la salvación y encontrar la vida eterna.

TEXTO Y FOTOGRAFÍA: YERALDÍN LOAIZA OCAMPO 

Martes, 31 Mayo 2016

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Nicol Giraldo, su esposo y Carlos Jabara músico de la iglesia

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