Leslie Vanessa Carvajal Calle, Estefanía Guerrero Ramírez,
Maria Isabella Nicholls Ocampo, Maria José Olaya Walteros
El Quindío es uno de los 32 departamentos de Colombia. Se encuentra ubicado en la cordillera central de los Andes. Cuenta con 1845 km2 de montañas, que proporcionan a sus 12 municipios una gran variedad de ríos y quebradas que son la fuente principal de sustentabilidad. Además su diversidad montañosa, proporciona diversidad de flora y fauna.
Otro factor importante de esta región es que a 35 km de la capital, Armenia, se encuentra el Cerro Machín. Es un estratovolcán ubicado sobre la cordillera central de los Andes colombianos. Su última erupción fue en el 1180. "Las erupciones de los volcanes liberan gases, cenizas y minerales que son esenciales para los suelos fértiles. Y este es el caso del Quindío, donde sus suelos tienen gran capacidad para retener nutrientes y agua, lo que permite tener unos suelos aptos para la agricultura y la diversidad de micro-organismos, fauna y flora", Néstor Ocampo, activista ambiental.
Actualmente la ciudad de Armenia, está siendo muy apetecida por extranjeros y personas de distintos lugares del país para la inversión de vivienda. “La tranquilidad, la belleza de la naturaleza que posee la región, la seguridad y la amabilidad de la gente, son las principales razones para que personas ajenas a la ciudad estén tomando la decisión de invertir aquí”, afirmó el director de la investigación de la firma Estudios y Consultorías Socioeconómicas (Ecse) Carlos Alberto Osorio Duque.
Sin embargo y a pesar del crecimiento acelerado que ha tenido la ciudad en edificaciones, el panorama ha cambiado radicalmente para los habitantes de Armenia, ya que la vivienda se ha encarecido en todos los sectores de la ciudad.
“Yo viví en la fachada en el año 2000, y mi mamá pagaba de renta 180.000 pesos. Hoy en día, la más barata no baja de 350.000, en un barrio que es estrato 1, donde matan y roban impresionante; en ese entonces la más cara era de 280.000, ahora no baja de 500.000”. Así lo afirmó un ciudadano de Armenia. Estos son los efectos que ha traído la valorización por construcciones en sectores de la ciudad, sin embargo hay otros involucrados.
ARMENIA: UN MILAGRO CON FECHA DE VENCIMIENTO
REPORTAJES

El ambiente
El departamento tiene una fuente hídrica de primera calidad, suelos fértiles, valles y quebradas que hacen de los recursos, abundantes y perfectos para una sostenibilidad y economía estable. El clima es húmedo, y la temperatura oscila entre los 18° y 21° centígrados, lo que lo hace ideal para la diversidad de organismos vivos. Lo anterior, combinado con diversidad biológica y ciudadanos “amables”, como lo afirma el resultado de la investigación del Estudio de Compra de Vivienda en el Quindío por parte de no Residentes, que dirigió Carlos Alberto Osorio Duque ¿Qué podría estar mal en esta ciudad?
Los paisajes del Quindío fueron incluidos en el llamado Patrimonio Cultural de la Humanidad por decisión de la trigésima quinta sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Tecnología (UNESCO) realizada en París entre el 19 y el 29 de junio del 2011. Este Paisaje Cultural Cafetero no es solamente de esta región, es todo un conjunto de patrimonio cultural material e inmaterial, por ejemplo la tradición familiar, el café y demás, con el fin de conservar y preservar la cultura del triángulo cafetero que lo conforman Quindío, Risaralda, algunos municipios del Norte del Valle y Caldas.
Según el Plan de Ordenamiento Territorial (P.O.T.) existen diferentes tipos y usos de suelos de acuerdo a las clases y funciones. Existe el suelo urbano, utilizado para vivienda y el desarrollo de la ciudad. El suelo rural, que es el área del campo y se emplea para actividades de agricultura. También el suelo sub-urbano, utilizado para parcelamiento y actividades comerciales siempre y cuando se proteja el área rural. Por último está el suelo de protección que son áreas verdes.
Estas distribuciones del P.O.T. deben ser respetadas y cumplidas por todos los organismos. En caso de que se agoten los suelos que están destinados para el desarrollo de la ciudad, se puede replantear el P.O.T. para hacer más zonas de expansión para proyectos de urbanización, pero deben estar debidamente justificadas.
Ahora, ¿cuál es el problema de todo esto? Nuestro paisaje. Según las fuentes del DANE en el 2005 la población de Armenia fue de aproximadamente 280 mil habitantes y se proyecta un aumento este año, llegando casi a los 300 mil habitantes. Igualmente, en la actualidad el Quindío es el tercer departamento donde más se invierte en proyectos de vivienda en el país, posicionándose abajo de Santander y de Bogotá. Además la densidad poblacional de la ciudad es más de siete veces el promedio nacional.
El Quindío es muy pequeño en cuanto a superficie, “llegará el momento en que los recursos naturales no darán a vasto para todos los habitantes de Armenia y el departamento” (CRQ). Los recursos hídricos y la intervención de los suelos fértiles que caracterizan la región se verán afectados significativamente, al igual que la diversidad de especies, que actualmente son atractivos para visitar el territorio.
Según un estudio que se realizó en Bogotá el 8 de julio del 2015, el Quindío es el departamento con más ecosistemas modificados o alterados por el hombre. La gráfica muestra que el Quindío tiene el 81% de sus ecosistemas, modificados, quedándose con sólo 19% de estos vírgenes, lo que significa que ese 19% es lo que lo representa como paisaje cultural cafetero y es ese 19% uno de los factores principales de ingresos de la región.

Mapa de ecosistemas continentales, costeros y marinos de Colombia
El proyecto de vivienda La reserva que apenas está en construcción ya se encuentra completamente vendido, la edificación está situada en la avenida Centenario, el señor Gustavo Ocampo, encargado de la seguridad y salud de la obra comentaba que la mayoría de inversionistas y compradores no eran nativos de la ciudad de Armenia, siendo los ciudadanos de Medellín y Bogotá los más interesados en adquirir propiedad aquí en el Quindío.
“Se corrobora en que más del 56 % de los consultados que compraron vivienda, proceden de Bogotá, el 5,9 % de Medellín, el 4,9 % de Cali y el 2,9 % de Manizales”, explicó el director de Estudios Económicos de Camacol Cundinamarca, Edwin Chirivi en el consenso de la Mesa de la Construcción y la Infraestructura (MCI) que se llevó a cabo en el año 2015. Además que el 6 % de los compradores habría llegado del extranjero, siendo España, Estados Unidos e Italia, los países de orígenes más recurrentes.
Entre las distintas constructoras que actualmente se encuentran en Armenia, Camú y Cócora, que tienen diferentes proyectos en ejecución, presentaron sus cifras. Camú tiene 22 finalizados de vivienda y 12 en ejecución. Cócora, por su parte 3 finalizados y 1 en ejecución.
Edificación


Fotografía tomada de "Ciudad y Región". Paisaje Cultural Cafetero.
“El problema de las casas, es la tierra. Para usted construir una casa, el lote es para usted solo. La tierra en el Quindío es costosa, entonces el valor final de un inmueble como una casa, con los mismos metros cuadrados que puede tener un apartamento, no es viable por el costo de los terrenos. Sale más barato hacer los apartamentos. El precio es muy alto por vivienda y no alcanza una sola vivienda acaparar el precio del lote”. CAMÚ
Según la revista colombiana FincaRaíz, actualmente en el Quindío hay 332 proyectos de vivienda que se dividen en Armenia con 326 proyectos y en otros municipios con 6.
Según el DANE, el área aprobada para vivienda, pasó de 33 mil 578 metros cuadrados en febrero de 2013 a 108 mil 312 metros cuadrados en el segundo mes del 2014.
“Pues con respecto a las construcciones de la ciudad, realmente lo que está haciendo el municipio es cumplir con las normas del Plan de Ordenamiento Territorial. Lo único es que de pronto hay cierta confusión o ciertos proyectos urbanísticos que están afectando el suelo de protección municipal, me refiero a las cañadas de Armenia. Porque la norma nos exige que se debe hacer un retiro de 30 metros de lado y lado de las quebradas para poder empezar a construir. Estas quebradas tienen una connotación muy importante, estén o no con agua, tienen que protegerse. También hay proyectos que no cumplen con la norma de suelos como por ejemplo en el corredor Murillo que es de tipo sub urbano, sin embargo aquí hay un barrio urbano, esto no debió construirse así porque estos suelos son para la producción agropecuaria y producción de comida; esto está amenazando la seguridad alimentaria, estamos sembrando casas en lugar de comida. Estas son las afectaciones ambientales que la curaduría debe tener en cuenta en la evaluación de un proyecto urbanístico”. –Julio César Orozco, profesional especializado de la Oficina Asesora de Planeación de la CRQ.
La ciudad fracturada
Una falla es una fractura en la corteza terrestre. Cuando una fuerza actúa sobre esta zona se acumula energía y esta es liberada en forma de ondas sísmicas, a esto lo conocemos como un temblor. Hasta el momento se tiene conocimiento de varias fallas en el departamento. Una de ellas es la falla de Romeral, la cual se extiende de sur a norte en el flanco occidental de la cordillera central, pasando por 11 departamentos del país, entre ellos el Quindío. Otra de estas fallas es denominada Pijao, y se extiende desde este municipio hacia el norte controlando el cauce del río Quindío, y finalmente la falla Armenia, que une las quebradas de hojas anchas y san Nicolás, y concluye en el barrio Los Álamos.
El 25 de enero de 1999 a la 1:19 p.m. se presentó un sismo de magnitud 6,2 grados en la escala Richter. Este temblor que tuvo una duración de 28 segundos dejó aproximadamente un saldo de mil muertos y cerca de 5.300 personas heridas.
Más de 100 mil edificaciones resultaron afectadas, 94.386, es decir, el 80% de ellas eran viviendas que resultaron averiadas y otras que quedaron totalmente destruidas, cerca de 160 mil personas se quedaron sin techo. También se presentaron afectaciones en centros de salud e instalaciones educativas. La afectación en la economía fue de una pérdida de 1.590 millones de dólares.
La mayor parte de daños se ocasionaron en edificaciones ubicadas al sur de Armenia. Algunos barrios afectados fueron: La Isabela (30%), Brasilia (95%), El Placer (35%), Santander (70%), Quindío (45%), Popular (40%), San José (30%), Maria Cristina (35%) y por el norte el barrio Providencia (30%).
“Gran parte del sur está construida sobre rellenos y estos rellenos amplifican las ondas sísmicas y por lo tanto se propagan mucho más fácilmente y causan más daño. La otra parte es que los estratos 3-2-1, en las construcciones tratan de obviar las normas de sismo-resistencia. Tú por no contratar a un ingeniero y hacer las cosas técnicamente, hablas con el vecino, con el amigo Y haces construcciones que no cumplen con la norma, entonces no tienen confinamiento, hacen las obras con muros cargueros o un muro que no tiene columnas ni vigas. Y eso es lo que se está presentando últimamente en Armenia”. Javier Vélez, oficina municipal para la gestión de riesgo.
1,6 billones de pesos fueron invertidos por el Fondo de Reconstrucción y Desarrollo Social del Eje Cafetero (FOREC) para cambiar el panorama que le dejó esta catástrofe a la ciudad. Después de 17 años, se pueden observar los resultados del proceso de reconstrucción en sus vías y edificaciones. Un ejemplo de ello es que antes del temblor no había centros comerciales, 15 años más tarde de la tragedia se construyeron cuatro importantes en la ciudad.
El Gobierno Nacional creó la primera normativa colombiana de construcciones sismo resistentes, la cual fue expedida mediante el decreto 1400 del 7 de junio de 1984, un año después del terremoto de Popayán (1983). Esta norma ha recibido algunas modificaciones luego de la severidad de los daños causados por el terremoto en el eje cafetero y otros sismos a nivel nacional, teniendo su última actualización el día 19 de marzo del año 2010, mediante el decreto 926.
“Todos los proyectos que se aprueban aquí, en la curaduría urbana n° 1, son revisados por un ingeniero, entonces todos los proyectos tienen que cumplir con esa norma (NSR-10). Entonces si tienen ese visto bueno y si cumplen con dicha norma, entonces estamos diciendo que están subsanando como esos riesgos a los que se enfrenta esa estructura para que no afecte y sea fuerte y tenga todas las medidas en caso de un sismo o en caso de otro tipo de catástrofe”. Maria Camila Palacios, arquitecta y funcionaria de la curaduría n° 1 de Armenia.
“Tenemos un supervisor externo, que exige la norma NSR-10, que es el código colombiano de construcciones, que dice que cuando usted tiene una construcción de más de 3000 metros debe contratar un interventor externo a la empresa que le haga la supervisión. Nosotros contratamos un supervisor, un ingeniero de alta trayectoria que nos hace las recomendaciones y que nos está supervisando las obras”. Ana Isabel Jaramillo, gerente de la constructora CAMÚ.
Además de la regla NSR 10, la cual contempla a Armenia como una zona de alta amenaza sísmica, otra de las medidas que se debe tomar en una ciudad como la capital del Quindío es la actualización de la microzonificación sísmica, ya que no es suficiente que se apliquen medidas para el diseño de nuevas construcciones, basadas en estudios generales, sino que se debe hacer un estudio detallado para establecer por zonas los daños que se pueden generar a causa de un posible sismo.
La última microzonificación realizada en Armenia data del año 2000, y fue financiada con dineros de ayuda internacional a raíz del terremoto del 99. Según la nueva reglamentación que rige desde comienzos del 2011, las capitales y ciudades que cuenten con más de 100 mil habitantes deben actualizar sus estudios de microzonificación.
La subdirectora de la oficina de planeación municipal, Claudia Milena Hincapié, plantea que sí es necesario un nuevo estudio de suelos en la ciudad:
“Realmente ese estudio sí es necesario realizarlo, porque lo que tenemos hoy está un poco desactualizado. Sin embargo, el que tienen actualmente lo analizaron aproximadamente en el 2003, pero en este momento sí se considera necesario realizar una actualización, sin embargo, se debe disponer de un presupuesto para poder llevar a cabo ese trámite”.
Lo mismo mencionó Javier Vélez, funcionario de la oficina municipal para la gestión de riesgo en Armenia:
“Si se debe actualizar la microzonificación sísmica, eso sí. Planeación debe hacer ese estudio. Solo que es un estudio extremadamente costoso, está entre 1600 o 1800 millones de pesos más o menos para Armenia, es un poco costoso y tal vez por eso planeación no lo ha hecho, porque no ha podido adquirir los recursos para hacerlo”.
Con todo lo anterior, se concluye que con el crecimiento acelerado que ha tenido la ciudad en los últimos años, no se ha tenido en cuenta la normatividad que rige a ésta zona de alta amenaza sísmica. A pesar de ser un destino económico para inversionistas de otros lugares del país y también del exterior, la oficina de Planeación Municipal manifiesta no tener los recursos necesarios para la actualización de la Microzonificación de la ciudad.
Finalmente se abren algunos interrogantes, ¿la industria en la ciudad de Armenia irá creciendo de igual manera que la construcción? ¿Cuál es la ciudadanía que poblará esta ciudad, si no crece la industria? ¿Qué medidas preventivas se llevarán a cabo en caso de un sismo, si no se han realizado los estudios correspondientes del terreno (Microzonificación)?

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UNIDAD INVESTIGATIVA: LESLIE VANESSA CARVAJAL CALLE
ESTEFANÍA GUERRERO RAMÍREZ
MARIA ISABELLA NICHOLLS OCAMPO
MARIA JOSÉ OLAYA WALTEROS
Sábado, 4 de Junio 2016
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FOTOGRAFÍA: MARIA ISABELLA NICHOLLS OCAMPO