ME QUEDO CON LAS GORDITAS

Sencilla, rápida y práctica. La red Tinder fue lanzada en el 2012 con el propósito de ayudar a buscar pareja o el “cotice” de la noche para muchos, facilitando la interacción con el otro, la búsqueda de posibles candidatos y la aventura esporádica. Camilo González, como muchos otros llegó a Tinder por una tarde de desparche, por un comentario de algún amigo que decía que ahí conocía peladas de manera más sencilla.  

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Para estar en Tinder no se necesita nada del  otro mundo, solo tener Facebook para sincronizarlos, de ahí se escogen las cuatro mejores fotos que se tenga, una más de perfil y listo. La dinámica es sencilla, cuenta Camilo, se muestran diferentes perfiles se desliza el dedo sobre la pantalla a la derecha si se está interesado en la persona y a la izquierda si no, todo esto claro está, de forma anónima, nadie quiere saber quién lo rechaza a uno. Si las dos personas están interesadas hacen “match” (coincidencia entre personas que se gustan entre sí), se abre un chat privado para que puedan interactuar si lo desean.

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En Tinder hay personas para todos los gustos,  es solo ajustar los kilómetros a la redonda, sus preferencias y ya está.  Hay más de 50 millones de usuarios esperando para interactuar, en este mundo virtual no existe la falta de oportunidades puesto que para cada Florentino Ariza hay una Fermina Daza.

 

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González con un amor incondicional por las mujeres gorditas ha encontrado en Tinder la oportunidad perfecta para tener sus amores tan anhelados, a los 23 años ha tenido más de trece romances con mujeres por esta red. Su primera aventura fue con una mujer de ojos claros, cabello largo y ondulado, senos voluptuosos, piernas grandes, un pequeño y particular lunar en la comisura de la boca, una gordita simpaticona, lo ha dejado marcado y con más ganas de seguir participando en estas redes, dice Camilo mientras le suda la frente y se cruza de brazos, intentando retomar la calma. Recordarla le conmemora aquellos momentos de dicha tan cortos y efímeros.

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Se conocieron el 10 de agosto de 2017, después de semanas completas de conversaciones largas, íntimas y un tanto pervertidas. Con cada palabra dicha el deseo aumentaba, las pláticas dejaban de ser tediosas con las preguntas básicas para conocerse pasando a ser un poco más picantes, insinuantes y calentonas.

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“Eso solo con conversaciones no aguanta, hay que mandar fotíco[CAAV3] s, como para motivar la cosa y las ganas de conocernos en persona”.

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Es difícil encontrar el lugar perfecto para una primera cita, si es complejo encontrarlo cuando ya  se conoce a la persona imagínense para quienes participan de estas redes, los cuales sin conocer del todo a la persona que venir, si [CAAV4] es que llega, tienen que aventurarse a escoger un lugar y pensar en todo, que no se corra peligro de ninguna clase, si les gusta el sitio, si es cómodo, si es central para los dos, no vaya a ser que se estropee todo y queden sin nada.

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“Siempre está el miedo por quién pueda ser la persona de verdad, pero las ganas apremian”.

Con una chaqueta de jean, pantalón negro, botas, el cabello corto marrón y  la barba afeitada la esperó en una esquina de un café, las horas pasan lento y el tiempo no se consume para quien espera a un amante. El café, fue el lugar indicado para consolidar su amor, “ella era mucho más linda que en las fotos, ¡ay, las gorditas me matan! Todas son hermosas para mí, desde que sea gordita, está perfecta, siempre me quedaré con ellas”.

 Después del encuentro el tiempo pasó como el viento, entre risas, miradas coquetas, un toque sutil de manos, la noche fue entrando perfecta para los amantes, el cielo despejado y con una luna que pedía a gritos ser admirada.  Se materializó todo aquello que habían conversado durante semanas, las pieles suaves rosándose, el olor a incienso del motel, sábanas blancas, el calor de los cuerpos, Marvin Gaye de fondo, voces profundas y  ritmos suntuosos llenaron la habitación, toda fantasía fue reducida a cuatro paredes cómplices de toda la vorágine de sensaciones. 

 

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Entre muchas ventajas que se le ha atribuido al internet, no cabe de duda que para muchos las redes para citas es una de ellas, ha ayudado a miles de personas a encontrar pajera, tener citas e encuentros sexuales, para las personas tímidas ha sido la catapulta del amor. Pero hay quienes dicen que no son necesarias, que el amor no hay que buscarlo, que él llega solo y cuando llega, da tres vueltas, que las redes han hechos perder la magia, la intriga de saber quién es la otra persona, de quererlo conocer, de buscar encuentros casuales; o será que también han ayudado a quienes no tienen esa suerte de encontrar el amor tan fácilmente. 

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“Le acariciaba la espalda, disfrutaba de la vista; pero como todo cuento, tiene su final”.

Arribó el amanecer y con él llegó el final de la aventura, como buenos amantes se despidieron con complicidad de la noche vivida y con la promesa de un recuentro, el amor solo se trata de fundirse y perderse en el otro, son solo dos individuos que crecen juntos, se aceptan y tienen fe en el otro. Para aceptar, primero hay  que conocer lo que se ve y lo que no. Camilo se enamoró del momento vivido, inmortalizo a la mujer de sus sueños, quedó con su aroma tatuado en la piel, siempre será su fantasía hecha realidad y quien abrió la puerta al amor sin importar de donde y cómo llegará .