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Un museo al aire libre

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“Prohibido prohibir” mayo del 68

Una mujer de cabellera multicolor tomando el sol en un prado,

mientras ve pasar la cotidianidad nos observa de reojo, ella no se inmuta, está tranquila, el bullicio no la afecta y su belleza no pierde brillo a pesar de las inclemencias del ambiente. Esta dama no es etérea, existe y se encuentra en un muro de la carrera catorce con calle séptima. Hablo de una obra de la muralista francesa Vinie.

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Desde hace unos años las paredes de Armenia y el Quindío se

llenan de color; donde el gris y el moho reinaban, ahora hay luz, vida, arte. Lo anterior se logra a través del empeño de diferentes personas y entidades que ven en los murales, el grafiti y el esténcil una oportunidad para llevar el arte urbano a las personas del común. Entre los promotores de esta intervención urbana se encuentra el colectivo Lisérgico laboratorio creativo y la Alianza Francesa de Armenia.

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Nombres como C215, Vinie, Hopare, Toxicomano, entre muchos

otros, se estampan en la esquinas de los muros antes derruidos, que resurgen debido a las técnicas que estos artistas le imprimen a su trabajo. Cada uno desde sus visiones de mundo, su interpretación de la realidad amplía la cosmovisión de los transeúntes, que sin pensarlo están expuestos a verdaderas obras de arte. Para Florian Ebri, director de la Alianza Francesa de Armenia: “llevar el arte a las calles, que la gente pueda interactuar con los artistas es un proceso de formación cultural valioso”.

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Muchos pueden pensar que son hechos aislados, pero esto tiene

un origen y el Capfest es un evento que congrega a las firmas más

reconocidas del país y de Europa para exponer y pintar diversos sitios. “Al inicio era muy complejo encontrar muros, ya que las personas no apreciaban tener un grafiti en su pared, pero con el tiempo y el trabajo constante se han integrado a este ejercicio y en la actualidad nos sobran las paredes” dice Viviana Ramírez integrante de Lisérgico. Realmente es necesario que sean selectivos así se aseguran del impacto de las obras, que el lugar tenga unas condiciones óptimas y pueda ser visto por muchas personas. Con la consolidación de este encuentro en la actualidad cada artista elige el lugar y juega con el entorno para lograr que la pintura se integre al contexto.

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Todo esto hace de Armenia un lugar donde se puede interactuar

con otro tipo de expresiones artísticas. Esto demuestra que los jóvenes están empoderados de su territorio y a través de las pinturas quieren expresar qué sienten, cómo ven su realidad y qué esperan de este lugar llamado planeta tierra.

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Por Cesar  Aristizábal

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Fotos obtenidas de Lisérgico laboratorio creativo y la Alianza

Francesa Armenia.

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